Las oquedades remanentes que puedan existir después de la instalación de una tubería hincada, representan un serio peligro para la vida útil de las mismas.
La necesidad de inyecciones en el trasdós de estas tuberías hincadas es imprescindible, siendo cada vez mayor su demanda.
Disponemos de potentes equipos de inyección de lechada que permiten inyecciones a gran distancia, efectuándose una inyección controlada desde el interior de la tubería y en toda la longitud de la misma.
Estamos a su disposición para asesorarles en la correcta planificación y posterior ejecución de estos trabajos.