La perforación se realiza con trialeta y tuberías de perforación roscada. Periféricamente, si el terreno lo demanda por sus características colapsables, irá una segunda tubería que avanza al unísono con la tubería central. Las perforaciones se realizan a rotación ayudada en zonas de estratos duros con la rotopercusión que puede proceder del martillo en cabeza ó de un martillo en fondo.
Una vez realizada la perforación, se extrae la tubería de perforación con su trialeta y se introduce la armadura resistente del micropilote que es una tubería de acero roscada. Existe una gran variedad de armaduras tubulares de micropilotes en acero TN.80 (límite de elasticidad 550 Mpa)
En lugar de armadura tubular, pueden usarse también armaduras tipo GEWI con sus manguitos de unión roscados, especialmente recomendados en caso de esfuerzos a tracción.
Una vez introducida la armadura tubular del micropilote, se inyecta el micropilote por el centro del mismo inyectando desde el fondo de perforación hasta que salga por la boca de perforación y haya cubierto por dentro y fuera todo el micropilote.
Posteriormente, se extrae la entubación recuperable y se reinyecta simultáneamente.
Las inyecciones de lechada pueden ser únicas, ó repetitivas y selectivas.
Disponemos de equipos de gran potencia para trabajos a cielo abierto, así como de equipos de menores dimensiones para obras de recalces en sótanos.
Estos micropilotes pueden realizarse verticales o inclinados.